LA FALSA AUTOESTIMA
LA FALSA AUTOESTIMA.
“DIME DE LO QUE PRESUMES Y TE DIRÉ DE QUÉ CARECES”.
– Carencia de empatía y asertividad.
– Sentimiento de superioridad.
– No se aceptan ni valoran.
– Envidia.
– Crítica constante a los demás y a sus debilidades.
– Crueldad.
– Prepotencia.
– Orgullo exacerbado.
– Egoísmo.
– Arrogancia.
– Faltas de respeto hacia a los demás.
– Insensibilidad.
– Autoritarismo.
– Irritabilidad.
– Inestabilidad emocional.
– Inflexibilidad.
– Resentimiento.
Estos son algunos rasgos que delatan la falsa autoestima, definida como un mecanismo de defensa del que hacen uso las personas, de manera consciente o inconscientemente, con el fin de evitar ser dañadas, no manifestar debilidad frente a los demás y aparentar que no presentan problemas de inseguridad. Es decir, la falsa autoestima es aquella que busca crear una imagen falsa de la persona, a modo de autoprotección.
Esta situación, muchas veces viene derivada de la comparación. Por eso, es importante intentar tener una competición sólo con nosotros mismos para poder superarnos y lograr lo que deseamos, nunca en relación con los demás. La comparación con uno mismo es, en cualquier caso, positiva, ya que nos ayuda a conocernos y, por lo tanto, a superarnos.
La falsa autoestima se exhibe a través de ciertos aspectos de la vida de la persona que le aporta seguridad e identidad, como pueden ser, por indicar algunos ejemplos, la apariencia física, los éxitos laborales y la riqueza económica.
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Los éxitos laborales:
Son el refugio perfecto para muchos, de modo que su vida se basa en su ocupación profesional; presumen en exceso de su puesto, dan su vida por el trabajo y no disponen de tiempo libre, pero es la forma en que se sienten reconocidos, estimados y seguros de sí mismos. -
La belleza:
Es otra cualidad tras la que puede esconderse una baja autoestima, de modo que la persona considere que la belleza, el ser más guapo/a que otros, aporta superioridad, por lo que necesitan verse siempre bien arreglados, pues esa es la forma de compensar su imperfección. Su valía se sustenta en la apariencia personal. -
La riqueza
Es el elemento al que puede acogerse, basa su existencia en el alarde de sus posesiones y su nivel adquisitivo. Estos individuos llegan a perder su identidad real y asumen aquella vinculada a las posesiones; su valía está vinculada a la opinión de los demás, y por ello, necesitan mostrar lo que tienen y presumir de ello para recibir una alta valoración.
Las personas que llegan a alcanzar la felicidad son aquellas que intentan conocerse y superarse a ellas mismas, las que son capaces de encontrar sus virtudes y sus habilidades e intentan superarse constantemente.
Son numerosas las desventajas que conlleva, para la persona, vivir con este tipo de autoestima, de tal forma que perderemos miles de oportunidades y no podremos desprendernos nunca de nuestros miedos, impidiendo darnos a conocer realmente a los demás, lo que será un gran inconveniente en la creación de relaciones saludables. Es fundamental tener en cuenta que pocas veces conseguiremos que los demás nos traten con sinceridad y confianza si nosotros mismos rechazamos utilizarla; poner máscaras en una relación del tipo que sea incitará a otros a usar otras con nosotros.
Para más información:
Margalida Serra
Psicóloga sanitaria
Col: B 01735
Directora PsicoMallorca
Telf: 697 632 720